Sharoncita – Como Me Convertí En Una Hotwife - Mi Primer Amante (2da. Parte)

Hola soy Sharoncita Esposa Infiel. Conocí a Martín (mi primer amante) un viernes y a la semana decidimos encontrarnos. Quedó en pasar a levantarme por la facultad, por ese tiempo (setiembre de 2011) yo estaba haciendo mi última materia. Era de noche, me espero en su camioneta, subí y fuimos a tomar algo por ahí. Esta previa fue muy importante para aflojarme y poder disfrutar lo que se venía. Recuerdo que hablamos mucho, a mí en particular me seducen los hombres inteligentes con los que se puede tener una buena conversación. También bebimos vino y comimos algo. Luego de un par de horas Martín me invitó a su apartamento. El momento había llegado, faltaba muy poco para transformarme en una Hotwife y convertir a Martino mi marido (que me esperaba en casa) en el hombre más feliz del mundo. Martín no se caracterizaba por su atractivo físico, como dije en el post anterior era un poco gordito, pero eso a mí no me importaba, porque lo que me atraía era su forma de ser, me trasmitía mucha confianza y tranquilidad como para disfrutar mucho lo que estaba a punto de hacer: meterle los cuernos a mi esposo.

Cuando llegamos a su casa tomamos un par de copas más, nos besamos apasionadamente y me llevó a su cuarto. Una vez allí nos desnudamos e inmediatamente sobre la cama Martín me practicó sexo oral. Durante un rato largo me dejé llevar por el placer que me daba su lengua. Que amable que fue conmigo. A punto ya de tener mi primer orgasmo, mi amante me invitó a disfrutar de un vibrador que tenía en su mesa de luz. Para mí esto era algo totalmente novedoso, Martín encendió el aparato y lo acercó a mis labios vaginales. Que orgasmos me arrancó. No aguante más y le pedí que lo apagara. Ahora lo quería a él dentro de mí. Era su turno de acostarse boca arriba en la cama. Parecía un osito cariñosito. Miré entre sus piernas y, para mi sorpresa, comprobé que el pene de Martín era muy diminuto. Esto en vez de rechazo me provocó mucha ternura y me hizo acordar a esos dilatadores anales que son gruesos abajo y  pequeñitos arriba. 

Nunca había jugado con un pene así, me dio mucha curiosidad y me excitó muchísimo. Me lo metí en mi boca, entraba todo sin problemas, lo saboreé un rato y luego seguí con sus testículos que también eran pequeños, continue bajando y me detuve un buen rato con mi lengua en su ano. Como me gusta chuparles el culo a los hombres. Quería ser bien cerdita y que me quedara la boca toda sucia para luego en casa besar apasionadamente al cornudo de mi marido. Esta idea me enloqueció, que morbosa que era. Volví a meterme el pene de Martín en mi boca para ensuciarla toda con su líquido preseminal. Mientras lo hacía me excitaba pensando que en un rato le iba a partir los labios a besos a mi esposo con sabor a pija, huevos y culo de otro hombre. Martín se retorcía de placer, me detuve a tiempo, ya que quería sentir su pequeño pene en mi vagina.

Se sentó en la cama y me invitó a sentarme frente a él. Se puso un preservativo y me acercó para penetrarme. Al ser tan pequeñito su pene quedó bailando dentro del forro, esto dificultaba mucho la penetración. Entonces se lo sacó y me cogió sin protección. Yo estaba tan excitada que no me negué. Su carita de alegría y placer me encendió muchísimo. Me apretó contra su cuerpo sudado y me arrancó un orgasmo espectacular justo al mismo tiempo que él expulsó sus jugos dentro de mi vagina. Cuanto placer, como me gusta sentir el semen correr tibio por mi concha. Ahora si estaba toda sucia para que el cornudo de Martino, una vez que llegará a casa, me lamiera todo el cuerpo mientras le contaba que había hecho con mi amante. Que linda primera experiencia como esposa infiel. Gracias Martín, gracias por cogerme tan rico, por llenarme de semen, por hacerme tan feliz y por hacer tan feliz al cornudo de mi marido. Hasta la próxima.