26 de mayo de 2015

Sharoncita – Despidiendo el Año 2011 – Alcohol e Impotencia Masculina



Hola soy Sharoncita Esposa Infiel, como ya les conté en entregas anteriores, mis dos encuentros sexuales con Martín mi primer amante fueron el principio de mi carrera como Hotwife. Luego seguí con Pablo, mi segundo enamorado, con quien también tuve relaciones sexuales en dos oportunidades. Todo esto sucedió en el 2011, año clave para afirmarme como cónyuge infiel. Como ustedes ya saben al principio me costó tomar coraje para dar el paso que me llevaría a ser una esposa totalmente libre, que puede acostarse con todos los hombres que quiera con consentimiento, ayuda y complicidad de su marido; eso sí, después que le tomé el gustito a esto de ser una Hotwife  y comprobé que es lo mejor que le puede pasar a una mujer casada, no paré más y me propuse despedir el año 2011 como lo que soy: una gran puta.  Para eso me junté con Dania, mi compañera de aventuras de soltera, que al igual que yo está casada y le gustan los hombres más que el chocolate. La diferencia conmigo es que su marido no sabe que ella cuando puede le mete los cuernos con algún hombre. Martino mi amado esposo, en cambio sabe todo lo que hago. Que decir, la verdad me siento una mujer privilegiada.




Como dije era el mes de diciembre y entre brindis y despedidas ya se terminaba el año 2011. Como se sabe por esta época del año la gente se pone eufórica, así que con Dania nos propusimos salir juntas como en los viejos tiempos, cuando en nuestras incursiones nocturnas no dejábamos títere con cabeza. El lugar elegido fue El Pony Pisador de la Ciudad Vieja de Montevideo, un boliche de levante muy conocido de la ciudad, donde encontramos buena música, ricos tragos y muchos hombres para elegir. Así que entre pachanga y canchengue se nos fueron arrimando varios tipos y al final de la noche nos quedamos con tres amigos que se acercaron en un momento a bailar con nosotras. La intención era clara y la idea era hacer una fiestita entre los cinco, así que al terminar el baile nos propusieron ir al apto de uno de ellos a hacer el after. Los tipos estaban buenos y con Dania queríamos pija, así que no dudamos ni un segundo y nos tomamos un taxi que nos llevó a los cinco al ansiado piso de la orgía y el placer.




Pero el alcohol es tirano, y si a nosotras las mujeres nos desinhibe y nos pone cachondas, a los hombres les juega en contra dificultando la erección del pene. Y lamentablemente eso fue lo que les pasó a los tres amigos. Nosotras hicimos todo lo posible con nuestras manos y nuestras bocas golosas por salvar la fiestita. Yo nunca había succionado tanto pene como esa noche. Lo hice como me gusta hacerlo siempre, siendo bien cerdita, mirando a los ojos de mi amante, diciéndole chanchadas, ensalivándole bien el pene, metiéndole la lengua también en los testículos y en el ano; llenándome de olor a culos, huevos, pijas y jugos preseminales. De todas formas esto no alcanzó para que a estos chicos se les pusiera dura. Con Dania intentamos de todo, lo único que nos negamos a hacerles fue un numerito lésbico, los tipos tienen una fijación con eso, y como siempre les digo primero tóquense entre ustedes chicos, que a mí como a muchas mujeres me encanta ver dos hombres haciendo el amor. Lamentablemente nos quedamos sin el pan y sin la torta y con una calentura que nos quemaba todo el cuerpo nos retiramos todas mojaditas del apartamento. Ya resignadas a no coger se nos ocurrió darle una sorpresa al cornudo de mi marido que seguro estaba despierto esperando con la pija bien dura.




Y eso hicimos, nos tomamos un taxi y todas sucias y excitadas le caímos al cornudo de mi marido. A él  si le hicimos el show lésbico y Martino nos agradeció la gentileza haciéndonos gozar con su lengua y penetrándonos  salvajemente.  Después de arrancarnos varios orgasmos, se acabó como a él más le gusta, escuchando nuestras aventuras (o desventuras) sexuales de esa noche. Se portó como todo un caballero y nos hizo gozar como locas, la verdad es un privilegio tener un marido así, siempre listo y preocupado porque su mujer disfrute (en este caso su mujer y su amiga). Exhaustos y satisfechos, dormimos los tres mimoseando y haciendo cucharita con Martino en el medio. Y así me despedí del 2011. ¡Hasta la próxima!