1 de junio de 2017

Sharoncita –Despidiendo el Año como una Putita con mis Compañeros de Trabajo


¡Hola a todos! Soy Sharoncita Esposa Infiel. El año 2014 fue mi cuarto año de aventuras sexuales con mis amantes. Corría el mes de diciembre, se acercaba fin de año y me propuse despedirlo a todo canyengue como buena puta que soy. La oportunidad no podía ser mejor, mis compañeros de trabajo decidieron organizar una salida para decirle adiós al viejo año. Es sabido que en este tipo de reuniones la gente se pone cachonda y se desinhibe mucho, por lo que seguramente tendría la oportunidad perfecta para desplegar mis dotes de mujer fatal y hacer muy feliz al cornudo de mi marido.



La cosa empezó suave en un bar del centro de Montevideo. Éramos como veinte personas entre hombres y mujeres. Bebimos algunas cervezas y charlamos un buen rato entre todos. Pasada la medianoche algunas personas decidieron irse. Yo ya estaba muy entonada por el alcohol. Fue entonces que un colega propuso seguir la joda en su casa. Quedábamos tres mujeres y cinco hombres. Uno de ellos empezó a cargarme descaradamente. Se llamaba Victorino y me atraía mucho. Durante el año en el trabajo yo me había divertido mucho histeriqueando con él. Esta era mi gran oportunidad para comérmelo todito.



Ya en el apartamento seguimos bebiendo y escuchando música. Entonces pintó bailar un poquito sensualmente. La cosa iba subiendo de temperatura y el ambiente se puso bueno. Yo empezé a rozar con mis nalgas el paquete de Victorino. De repente el dueño de casa se fue para un cuarto con una colega. Me calentó muchísimo imaginar las chanchadas que iban a hacer ahí adentro. Yo no podía más de calentura, entonces mi amante me tomó de la mano y me sentó en un sofá. Nos besamos descaradamente pero en lo mejor del baboseo a Victorino le pegó el alcohol y quedó dormido. 



¡Que frustración! ¡Sentía que me pulsaba la concha con toda la fuerza! ¿Qué iba a hacer con tanta calentura? Mojadita y resignada decidí irme de la fiesta con las manos vacías. Antes de partir tomé el celular de Victorino, le agendé mi número y llamé a mi teléfono para que me quedara registrado el de él. Ya tendría oportunidad de comerme ese bomboncito. Cuando me dispuse a salir me interceptó Sergio un compañero de trabajo muy tímido que nunca me había llamado la atención. Seguramente había estado observando toda la escena y como todo un caballero al verme tan triste había decidido consolarme. Fue entonces que me propuso llevarme a mi casa en su moto. Con carita de puta acepté la invitación.



Ya era de madrugada y la calle estaba vacía. Estábamos a pocas cuadras de casa. Sergio iba despacito. Yo me abracé a él y sentí una de sus manos acariciarme la pierna. Llegamos a mi domicilio y lo invité a entrar. Mi esposo dormía así que le pedí que hiciera silencio. Nos quedamos en el zaguán a media luz. La verdad no me atraía físicamente pero había sido tan amable conmigo que quería de alguna manera devolverle la gentileza, además el morbo de que el cornudo de mi marido estuviese durmiendo a pocos metros de donde estábamos me excitaba de una manera loca. 



Que nervios, debía ser rápida, Martino podía despertar en cualquier momento y encontrarnos juntos. Sin pensarlo mucho y sin decirle nada, me arrodillé frente a Sergio y le desabroché el pantalón. Introduje su miembro en mi boca y sentí como se hinchaba. Mi amante tenía su pene en forma de gancho, torcido hacia un costado, nunca me había comido uno así. Era grueso y duro. El olor a verga invadió todo mi ser. Mientras se la chupaba sentía que me llenaba de flujo. Apuré mi succión, quería cuanto antes su leche en mi garganta. Sergio me tenía agarrada de los pelos y con sus manos empujaba mi cabeza. Estaba atragantada, seguramente su pija medía más de veinte centímetros. Lo miré a los ojos y me escupió la cara. Me encanta que me traten así como una sucia. Entonces me empezó a dar bofeteadas. Yo no paraba de chupar. Parecía que me iba a explotar la concha de tanta excitación. Fue entonces que mi amante emitió un grito ahogado y por fin lanzó todo su semen dentro de mi cavidad bucal. 


Mientras lo tragaba me incorporé y le dije que se fuera. corrí hacia mi habitación donde dormía mi marido. Me quité toda la ropa y me metí dentro de las sábanas. Con toda la boca sucia y olorosa bese dulcemente a mi amado cornudo en los labios. Martino despertó y enseguida comenzó a seguirme el juego. Nos besamos apasionadamente un buen rato. Cuando sentí su pene erguido me senté encima y comencé a cabalgar. No sé cuantas veces me acabé esa madrugada. ¡Que excitante manera de despedir el año! ¡Que lindo es ser una esposa caliente, infiel y muy puta!  

28 de febrero de 2017

Sharoncita – Iniciando a Rodrigo en los Placeres de la Bisexualidad


¡Hola a todos! Soy Sharoncita Esposa Infiel. En el mundo del swinger es común encontrar avisos de parejas que buscan una chica para estar con el hombre y también con la mujer. Este estereotipo de relación sexual entre dos damas responde a un capricho del hombre sin tener en cuenta los gustos o fantasías de su mujer. Esto es habitual también en la pornografía donde es muy fácil encontrar videos donde el hombre disfruta de ver dos chicas haciendo el amor pero nunca al revés (dos hombres teniendo relaciones sexuales). Lo que sucede es que el porno está hecho para satisfacer los gustos sexuales de los hombres y no a la inversa.



A mí en lo particular no me excita la idea de estar con una mujer pero si me enloquece ver dos chicos amándose y mejor aún si uno de esos hombres es mi marido. Así que como ven no sólo me calienta meterle los cuernos a Martino, sino también estimularlo a tener relaciones homosexuales para observar cómo se atraganta con una pija en su boca o como le hacen la colita. Y como las fantasías están para ser cumplidas decidí buscar a mediados del 2014 un chico que además de querer participar de un trío con una pareja también tuviera la curiosidad de jugar un poquito con un hombre.



Y así buscando y buscando conocí a Rodrigo a través de ContactosSex. Un divino de veintipocos años que me confesó que era muy tímido pero a la vez muy curioso. A Rodri le gustaban las chicas como yo pero también sentía curiosidad por estar con un hombre. Por supuesto nunca lo había experimentado, esto hacía la situación muy morbosa y excitante, yo debía ser quien lo iniciara en los placeres de la bisexualidad con mi amado marido Martino Cornudo. A mí me encanta que mi marido tenga inclinaciones bisexuales y tener la oportunidad de estar con dos hombres así me ponía muy caliente.



Nos encontramos los tres en el hotel Principal Palace de la calle Brandzen esquina Martín C. Martínez un domingo por la noche. Rodri era muy lindo, muy parecido físicamente a mi marido pero con veinte años menos. Peladito, alto y delgado. Cuando se sacó la ropita pude ver que era más peludo que Martino. Desnudita yo también comencé a besarlo y a tocar su pene para sentir sus características. Estábamos en la cama los dos y Martino nos observaba de lejos. Me encantaban los besos con brackets que me daba. Rodri era muy tímido de verdad, tenía toda la carita de bebe colorada. Mmm, adoro a los chicos tímidos, soy muy puta con ellos. La pija de Rodrigo estaba espectacular, era grande y dura como la de mi marido. Todo pintaba para pasarla súper bien.


Y la verdad que la pasé súper bien lamiéndole la verga un buen rato. Rodri gemía como un loco. Era el momento de que se sumara Martino al partido. Llamé a mi marido para que me ayudara a meterle lengua a la vergota de nuestro nuevo amante. Me vuela la cabeza chupar pijas con mi marido. Rodrigo estaba acostado boca arriba en la cama, yo me coloqué de un lado y Martino del otro. Lo hicimos retorcer de placer un buen rato con nuestras bocas. Lo más lindo de compartir un rico pene con tu esposo es ese entrevero de lenguas babosas que te hace subir la temperatura al punto de no aguantar más y querer coger como una loca para acabar una y otra vez con una buena pija en la concha.


Pero ahora era el momento de iniciar a Rodrigo en los placeres de la bisexualidad. Era su turno ahora de degustar el pene de mi marido junto a mí. Martino se acostó boca arriba con su órgano viril en erección y todo húmedo para que se lo chupáramos con Rodri. ¡Cómo se lo tragó el muy goloso! No se mostró para nada tímido haciéndole sexo oral a mi amado esposo. Uff, yo no podía más de calentura. Quería las vergas de mis dos machotes en la vagina, necesitaba experimentar muchos orgasmos. Cerré los ojos y les pedí por favor que me garcharan con mucha fuerza en todas las posiciones posibles. Y así me acabé una y otra vez sin saber si era la pija de Martino o la de Rodri la que tenía adentro.


Después de un buen rato de gozar de sus falos, me puse boca arriba con las piernas abiertas y le solicité a Rodrigo que se me pusiera encima y me penetrara. Cuando lo tuve arriba le susurre al oído  que se prepara para una experiencia maravillosa. Le abrí las nalgas peludas y le pedí a Martino que se montara sobre él. Rodrigo estaba súper excitado, sabía lo que se venía. Vi la expresión de satisfacción de su rostro cuando recibió por la cola el miembro erecto de mi marido. Cuanto placer experimentamos practicando ese trencito. Nos vinimos los tres casi al mismo tiempo en un triple orgasmo que nos dejó exhaustos y todos sudados. Prontos para una rica y reponedora ducha calentita. ¡Muchas gracias Rodri! ¡Muchas gracias Martino! ¡La pasé muy bien!    

11 de enero de 2017

Martino - Haciendo Sexting con mi Esposa y su Delicioso Amante


Como ya he compartido en varias oportunidades en este blog, soy un marido cornudo, orgulloso y feliz de que mi esposa se acueste con otros hombres. Desde que mi esposa infiel practica el cuckolding, hace ya algunos años, acordé con ella que puede mantener relaciones sexuales con quien quiera, cuando quiera y donde quiera. Ese es nuestro lema de vida, Sharoncita no tiene que pedirme permiso para disfrutar de otros penes. Yo siempre le digo que cuantos más machos la penetran más linda se pone y, por ende, más me enamora. A mí me excita mucho que se entregue por entero a disfrutar de sus amantes y que, por ejemplo, cuando le pido la cola, me la niegue argumentando que su diminuto ano es solamente para que lo disfruten sus amigos bien dotados. A ellos se las chupa siempre y a mí solamente un par de veces al año. Ellos pueden dejarle el semen en la boca o en el ano y a mí nunca me deja hacerlo, ni en mi cumpleaños. Me encanta que me ponga celoso y que me diga que no la puedo penetrar porque ese día le duele la vagina de tanto coger con otro. Cuando sospecho o me entero que ella está saliendo con otro hombre vivo una mezcla de sentimientos encontrados. Por un lado siento unos celos impresionantes y una bronca terrible por ser tan cornudo, lo que me produce una terrible puntada en el estómago, pero por otro lado se me hincha de una forma el pene que parece que va a explotar y la puntada en el estómago se convierte en unas cosquillas muy placenteras. En esas circunstancias experimento una erección tan potente como cuando tenía 15 años y siento el calzoncillo todo mojado por el líquido preseminal que brota por la excitación de ser tan cornudo y de estar casado con una mujer reputa y regalada.



Todo eso que compartí es lo que sufre y disfruta al mismo tiempo un marido cornudo consciente y consentidor como yo, cuando se entera que su amada esposa lo engaña con otro hombre, y fue exactamente lo que experimenté aquella noche de viernes de junio de 2014. Sharoncita había salido a reunirse con unas amigas del trabajo, nuestro hijo dormía y yo estaba muy tranquilo en casa cuando de repente sonó mi teléfono celular. Era un mensaje en el WhatsApp de un número desconocido. Lo abrí y leí lo siguiente: Que hermosa mujer tenés y que bien la chupa. ¿Querés ver lo golosa que es? Enseguida me explotó la cabeza. La mezcla de bronca y excitación eran muy potentes. Me temblaba la mano, estaba muy ansioso. Como pude respondí que sí. Al instante me llegó una de las fotos más excitantes que haya visto de mi esposa Sharoncita. En la misma se veía su rostro aniñado en primer plano con esa expresión de puta que suele poner cuando esta devorándose el pene de otro hombre. Su boca estaba llena y la mejilla derecha inflada por la pija que tenía adentro de su cavidad bucal. Y todo en vivo y en directo. Sentí que se me humedecía toda la ropa interior. ¡Cuanta agitación!




Entonces tomé conciencia de que estaba practicando sexting con la puta de mi esposa y su muy bien dotado amante. ¿Qué es el sexting? Para los que no lo saben es una práctica sexual. El término sexting es un anglicismo que está formado por dos palabras: sex (sexo) y texting (mensaje de texto). La misma consiste en excitarse sexualmente intercambiando mensajes de texto, fotografías y videos con contenido sexual, utilizando la tecnología que nos proporcionan nuestros teléfonos celulares. Mi mujer es tan jugada y loca que no le importa que su amigo la fotografíe o la grabe chupándole la verga. Cuando me percaté de esto me enfurecí enormemente pero inmediatamente esa sensación de rabia cambio, siempre fantaseé con la idea de que aparecieran fotos o videos porno de Sharoncita en Internet y que otros hombres se masturbaran viéndola en acción. ¡Qué puta! ¡Cómo la amo!


Yo no podía más de calentura en todo sentido, cuando volviera a casa la iba a matar. Las fotos se sucedían una tras otra. Luego de una serie donde Sharoncita la engullía toda, llegó un mensaje de texto de su amante que decía: ¿Querés ver como se sienta en mi pija, cornudo? ¿Tu mujer quiere saber si querés que me la coja sin preservativo así le dejo todo mi semen? Mi cabeza estaba por explotar. Ambas, la de arriba y la de abajo. Me temblaba tanto la mano de los nervios que no sé como hice para responder: ¡Hijo de puta dejale toda la leche adentro de la concha! Nunca me imaginé que algún día iba a pedir algo así. Que locura. La verdad no se puede ser más cornudo. No hay nada más humillante para un esposo que llenen de esperma la vagina de su mujer, pero al mismo tiempo no existe nada más lindo y sublime en la práctica cuckold. 



Luego de una infinidad de imágenes alucinantes, el toro semental corneador de mi mujer me escribió un último mensaje: Te la mando rapidito en taxi con la concha toda sucia para que se la limpies con tu lengua puto. Ya totalmente mareado por tantas emociones juntas, alcancé a escribirle “Muchas gracias”. Me acerqué a la puerta de casa a esperar. No aguantaba más. Cuando Sharoncita entró me arrodillé ante ella y le bajé el pantalón y la bombacha. Entonces mi mujer me agarró bien la cabeza con las manos y me empujó hacia sus labios vaginales. Limpié su deliciosa concha con devoción. Mi esposa infiel se retorcía gimiendo de placer y una y otra vez se acabó en mi boca. De repente sentí que yo también me acababa, sin tocarme, fue maravilloso. Ya sin aliento le dije: ¡Te amo!