30 de abril de 2015

Martino – Pablo El Segundo Amante De Mi Esposa Infiel y Muy Puta (1ra. Parte)

Al poco tiempo de que Sharoncita me metiera los cuernos con Martín su primer amante, yo le trasmití mi deseo de verla en acción con otro hombre. Ella siempre complaciente y muy puta me dijo que se lo consiguiera, así que como buen cornudo enseguida me puse en campaña para brindarle una buena pija que nos hiciera gozar (a ella penetrándola y a mí mirándola). Fue en el sitio contactossex que di con un usuario cuyo alias era "Placeresnuevos", un chico llamado Pablo que a la postre se convertiría en el segundo amante de mi esposa. Debo confesar que todo el proceso de buscarle a mi mujer un macho que la montara fue muy excitante. A la vez que iba arreglando el encuentro con Pablo, mantenía informada a mi amada de todos los detalles. Los arreglos duraron aproximadamente dos semanas y durante ese lapso de tiempo fantaseamos mucho con Sharoncita, lo que nos llevó a fornicar salvajemente todos los días.


Finalmente por fin llegó el día del encuentro. Fue un domingo a la noche cuando Pablo nos tocó timbre y subió a nuestro apartamento. Era muy lindo, mi esposa estaba muy satisfecha con el semental que le había conseguido. Pablo era joven, muy bonito de cara y de muy buen lomo (Sharoncita luego del encuentro me confesó que lo que más le atraía de él eran sus piernas de deportista, musculosas y bien formadas). Luego de una buena charla previa de camaradería que sirvió para distendernos y aflojar las tensiones, les sugerí que fueran al cuarto para hacer el amor. Ellos entraron a la habitación y se sacaron la ropa lentamente mientras se besaban y se acariciaban cariñosamente. Yo permanecí en la puerta para dejarles espacio y no interferir en su momento de placer, pero con la cámara de fotos en mano para registrar ese sublime instante de pasión. Una vez desnudos Pablo acostó boca arriba a mi mujer, abrió sus piernas y le practicó sexo oral durante un buen rato. Sharoncita le acariciaba el pelo mientras gemía de placer. Así tuvo su primer orgasmo. 



Luego de esta buena chupada, Pablo se colocó boca arriba en la cama. Mi cónyuge se montó sobre él como una experta jinete y comenzó a hacer algo que adora antes de la penetración: frotar sus labios vaginales contra el pene de su amante. Después de un buen rato de rozamiento mi hotwife experimentó su segundo orgasmo. Entonces llegó la hora de coger, Sharoncita le colocó el preservativo a Pablo y se metió la pija en la concha. ¡Como copularon! ¡Que hermoso es ver a tu esposa experimentar un orgasmo tras otro con la pija de otro hombre en su concha! Yo los miraba extasiado mientras me acariciaba suavemente el pene. Después de varios minutos de placer se acordaron de mí. Sharoncita me miró con cara de puta y me invitó a la cama. Le sacó el preservativo a Pablo y poniendo cara de puta comenzó a lamerle el pene. Fue ahí que me pidió que la ayudara para que yo experimentara algo con lo que veníamos fantaseando hace tiempo: compartir un delicioso miembro viril boca con boca. Debo confesar que el pene de Pablo se veía muy apetecible: largo, grueso, venoso, húmedo, morado y bien formado. Entonces no dudé ni un segundo en llevármelo a la boca. 



Me sentí como una puta acompañando a mi esposa. Como una experta petera empecé a saborearlo despacito, quería que ese momento durara una eternidad. Tenía un sabor exquisito. Primero lo trabajamos juntas con nuestras lenguas y luego nos fuimos alternando para succionarlo un ratito cada una. Hasta que en un momento nos fundimos en un apasionado beso de amor; labios con labios, lengua con lengua, saliva con saliva y en el medio de nuestras dos bocas el húmedo y dulzón glande purpúreo de Pablo. Por un buen rato con mi mujer fuimos dos nenas muy golosas y lo hicimos disfrutar como un niño. ¡Cuánto le debo a Sharoncita! ¡Qué linda experiencia me hizo vivir esa noche! ¡Qué rico que es chupar el pene del amante de tu esposa! Pero lo mejor estaba por venir.



Antes de eyacular Pablo propuso que acabáramos en el rostro aniñado de mi amada mujer. Sin perder tiempo nos pusimos en posición, la puta de Sharoncita de rodillas en el piso y nosotros los hombres parados uno a cada lado de ella con nuestros miembros apuntando a su cara de bebé. Por supuesto, yo siempre cámara en mano para registrar el  momento culmine. Nos masturbamos un rato mientras Sharoncita nos sacaba la lengua y nos pedía nuestros jugos, entonces casi simultáneamente la bañamos en semen. "Es la primera vez que tengo tanta leche en mi cuerpo", decía mientras reía satisfecha. Saciado Pablo pidió permiso para retirarse al baño a darse una ducha y nosotros, los enamorados, quedamos solos para hacernos unos mimos. Yo le dije a mi esposa cuanto la amaba y ella me susurro al oído que se sentía la mujer más feliz del mundo, entonces me invitó a limpiarle su cuerpo embadurnado. Mientras disfrutaba de ese sabor tan particular entre dulce, suave, fuerte y amargo de mi esperma mezclado con el de Pablo, pensaba que no había nada más lindo en el mundo que ser un marido enamorado, cornudo, limpiador de semen.

1 comentario:

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