Hola soy Sharoncita Esposa Infiel, como ya les conté en entregas anteriores, mis dos encuentros sexuales
con Martín mi primer amante fueron el principio de mi carrera como Hotwife. Luego
seguí con Pablo, mi segundo enamorado, con quien también tuve relaciones
sexuales en dos oportunidades. Todo esto sucedió en el 2011, año clave para
afirmarme como cónyuge infiel. Como ustedes ya saben al principio me costó
tomar coraje para dar el paso que me llevaría a ser una esposa totalmente libre,
que puede acostarse con todos los hombres que quiera con consentimiento, ayuda
y complicidad de su marido; eso sí, después que le tomé el gustito a esto de ser
una Hotwife y comprobé que es lo mejor
que le puede pasar a una mujer casada, no paré más y me propuse despedir el año
2011 como lo que soy: una gran puta. Para eso me junté con Dania, mi compañera de
aventuras de soltera, que al igual que yo está casada y le gustan los hombres
más que el chocolate. La diferencia conmigo es que su marido no sabe que ella
cuando puede le mete los cuernos con algún hombre. Martino mi amado esposo, en
cambio sabe todo lo que hago. Que decir, la verdad me siento una mujer privilegiada.
Como dije era el mes de diciembre y entre brindis y despedidas ya se
terminaba el año 2011. Como se sabe por esta época del año la gente se pone
eufórica, así que con Dania nos propusimos salir juntas como en los viejos
tiempos, cuando en nuestras incursiones nocturnas no dejábamos títere con
cabeza. El lugar elegido fue El Pony Pisador de la Ciudad Vieja de Montevideo,
un boliche de levante muy conocido de la ciudad, donde encontramos buena
música, ricos tragos y muchos hombres para elegir. Así que entre pachanga y
canchengue se nos fueron arrimando varios tipos y al final de la noche nos quedamos
con tres amigos que se acercaron en un momento a bailar con nosotras. La
intención era clara y la idea era hacer una fiestita entre los cinco, así que
al terminar el baile nos propusieron ir al apto de uno de ellos a hacer el
after. Los tipos estaban buenos y con Dania queríamos pija, así que no dudamos
ni un segundo y nos tomamos un taxi que nos llevó a los cinco al ansiado piso
de la orgía y el placer.
Pero el alcohol es tirano, y si a nosotras las mujeres nos desinhibe y
nos pone cachondas, a los hombres les juega en contra dificultando la erección
del pene. Y lamentablemente eso fue lo que les pasó a los tres amigos. Nosotras
hicimos todo lo posible con nuestras manos y nuestras bocas golosas por salvar
la fiestita. Yo nunca había succionado tanto pene como esa noche. Lo hice como
me gusta hacerlo siempre, siendo bien cerdita, mirando a los ojos de mi amante,
diciéndole chanchadas, ensalivándole bien el pene, metiéndole la lengua también
en los testículos y en el ano; llenándome de olor a culos, huevos, pijas y
jugos preseminales. De todas formas esto no alcanzó para que a estos chicos se les
pusiera dura. Con Dania intentamos de todo, lo único que nos negamos a hacerles
fue un numerito lésbico, los tipos tienen una fijación con eso, y como siempre
les digo primero tóquense entre ustedes chicos, que a mí como a muchas mujeres me
encanta ver dos hombres haciendo el amor. Lamentablemente nos quedamos sin el
pan y sin la torta y con una calentura que nos quemaba todo el cuerpo nos
retiramos todas mojaditas del apartamento. Ya resignadas a no coger se nos
ocurrió darle una sorpresa al cornudo de mi marido que seguro estaba despierto
esperando con la pija bien dura.
Y eso hicimos, nos tomamos un taxi y todas sucias y excitadas le caímos
al cornudo de mi marido. A él si le
hicimos el show lésbico y Martino nos agradeció la gentileza haciéndonos gozar
con su lengua y penetrándonos salvajemente. Después de arrancarnos varios orgasmos, se acabó
como a él más le gusta, escuchando nuestras aventuras (o desventuras) sexuales
de esa noche. Se portó como todo un caballero y nos hizo gozar como locas, la
verdad es un privilegio tener un marido así, siempre listo y preocupado porque
su mujer disfrute (en este caso su mujer y su amiga). Exhaustos y satisfechos, dormimos
los tres mimoseando y haciendo cucharita con Martino en el medio. Y así me
despedí del 2011. ¡Hasta la próxima!
Si hubiera estado allí en ese baile ese fin de año no te hubiera defraudado como lo hicieron estos impotentes jajaja.
ResponderBorrarLa tengo bien dura para tí.